martes, 28 de febrero de 2012

Situación mundial

Para continuar con el final de la entrada anterior, hoy vamos a hablar de cómo llevan a cabo la generación distribuida diferentes países del mundo.
Y comenzamos con América Latina, ya que se trata de países con serios problemas energéticos que han invertido enormes cantidades de dinero en generación distribuida, y pese a ello, sus ciudadanos sufren constantes apagones y campañas por el ahorro de electricidad. En Cuba por ejemplo, el principal problema es la carencia de una base económica, que lleva consigo la dificultad de conseguir inversión extranjera. Sin embargo actualmente la capacidad total instalada en Cuba es de alrededor 5.776 MW y ha llevado a cabo algunas iniciativas interesantes, como por ejemplo el programa de GD de 2005 que consistente en pequeñas y medianas plantas para complementar la energía de las grandes.
En Chile también apuestan por esta forma energética y ya en el año 2009 el gobierno chileno estableció un Decreto para regular la normativa referida a la generación distribuida, exponiéndola como un nuevo agente del Mercado Eléctrico.
Costa Rica es otro de estos países latinoamericanos que trata de dar un vuelco en el sector energético para satisfacer la creciente demanda. Aunque la realidad es que en los últimos años el desarrollo de GD ha estado limitado (debido, como no, a la falta de dinero), el gobierno plantea importantes inversiones para los próximos años. Además también se llevará a cabo la construcción de plantas eólicas, solares etc.

Trasladándonos al norte, analizaremos el caso de Estados Unidos, donde la GD no cobra un papel tan importante o necesario (de momento)  pero ya está siendo utilizada para descongestionar las redes eléctricas o minimizar costes. Sin embargo el porcentaje que ocupa la generación distribuida es muy pequeño y el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) estima que la mayoria de las unidades instaladas sólo se utilizan en situaciones de emergencia cuando no es posible obtener energía de la red.
A pesar de esto, un estudio llevado a cabo por Virginia Polythechnic Institute & State Universitiy concluyó entre otras:
-Las tecnologías DG ofrecen ventajas en cuanto a fiabilidad, seguridad y eficiencia.
-Esta eficiencia se ve mejorada ya que está demostrado que obteniendo energía cerca del lugar de consumo se minimizan las pérdidas.
-Estas tecnologías estabilizan la red y mejoran la fiabilidad del sistema al haber mayor seguridad en caso de fallo de fluido eléctrico.

Para finalizar, analizamos un poco el caso de Europa. En prácticamente todos los países que la integran la demanda de este tipo de energía es creciente y destacan algunos como Dinamarca o Alemania.

http://generatuenergia.com/tag/alemania/

En este enlace podréis ver cómo Alemania se sitúa entre uno de las pioneros en generación distribuida al haber logrado que más de la mitad de la energía renovable del país se sitúe en manos de los consumidores, logrando así una independencia cada vez mayor de las grandes empresas. Además ha creado la primera clínica de radioterapia alimentada con energía solar, lo cual favorece la fiabilidad comentada ante un posible apagón de la red o una carencia en el suministro eléctrico.

Esto es todo por hoy, prepararemos más información interesante para la próxima!



sábado, 4 de febrero de 2012

Situación española

Como ya comentamos en la última entrada, la llamada generación distribuida está más cerca de ser la nueva fuente de energía líder de los hogares y PYMES. Pero, ¿cómo va a ser esto posible?

Hasta ahora, producir electricidad para el autoconsumo suponía largos trámites burocráticos que acababan con la paciencia de cualquiera; muchos desistían en el intento. El primer paso para solventar este problema se tomó el 18 de noviembre de 2011 con la aprobación del Real Decreto que allana el camino a la generación distribuida. En él se regulan las condiciones administrativas y técnicas básicas de manera que se simplifique la tramitación exigida, acelerando el proceso de instalaciones de pequeño tamaño.

El segundo paso consiste en cómo gestionar la energía producida a pequeña escala. El procedimiento en el que se está trabajando es el de balance neto, de esta manera la actividad que se ejerza no se verá como una actividad de generación sino de consumo. El consumidor instalará el equipo requerido (placas solares en su tejado, por ejemplo) y utilizará la energía generada para el consumo propio. De todos modos, la energía producida no será consumida en su totalidad en la mayoría de los casos, por lo que la sobrante será almacenada con la ayuda de la red eléctrica. No habrá, por tanto, venta de energía. Cuando el consumidor no esté generando energía, hará uso de la red eléctrica (durante la noche en el ejemplo mencionado antes) y pagará una cuota por el servicio de almacenamiento de la energía sobrante. Para ver este trueque de manera más gráfica y esquemática hemos encontrado un par de diagramas que esperamos sean de ayuda.




No obstante, no todo el mundo parece estar de acuerdo con la propuesta española de generación distribuida. Para algunos las tasas son excesivas y el precio de la instalación demasiado elevado. Ponen como ejemplo a Alemania, donde este sistema lleva tiempo en marcha y de manera más económica que nuestra propuesta.
Analizaremos en próximas entradas cómo se está llevando a cabo la generación distribuida en otros países y así compararemos los distintos sistemas.